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E-COMPRA

CONVERTIRNOS EN NUESTRA MEJOR VERSIÓN A TRAVÉS DE LA ECOLOGÍA

Decolores, el negocio de Nagore que opta por cambiar las cosas

Vivir en una sociedad tan preocupada por el cuidado personal no es fácil, pues es difícil encontrar lo que es mejor para nosotros cuando estamos rodeados de productos cuya procedencia desconocemos. Por ello es importante conocer negocios como Decolores.


Decolores es una tienda online de cosmética natural y ecológica que comenzó hace siete años cuyo objetivo es promover el bienestar y hacer que las personas se sientan bien consigo mismas para que, como asegura en su web, “se conviertan en su mejor versión”.


Desde e-co hemos tenido la suerte de conocer a Nagore, la dueña de este negocio, y nos ha hablado sobre su negocio y la importancia de hacer productos ecológicos.


-¿Cómo surgió la idea del negocio?
-A mi la idea me nace de cuando era pequeña. Mi abuela ya hacía este tipo de productos en casa, y fue la que me enseño a hacer algunos de los productos que vendo. Recuerdo que hacíamos jabón, hacíamos lejía y, sin ser aún muy consciente del tema ecológico, ya reutilizábamos, en caso del jabón, el aceite y en el caso de la lejía, el carbón o la ceniza. De esa forma me fui metiendo un poco en este mundo.


-¿En qué se diferencia tú producto a otros que podemos encontrar en un
supermercado?

-Por norma general, los productos del supermercado salen y nacen de un laboratorio, por lo tanto la contaminación es mayor y no son productos artesanales. Mis productos están totalmente certificados. Europa certifica que todo lo que veis está hecho a mano, que la producción es totalmente ecológica y por lo tanto, vegana. No trabajo nada que tenga origen animal.


-¿Qué productos ofreces?
-Dentro de la gama de la cosmética, menos en la aromaterapia, lo trabajo casi todo. Empezamos por la gama de los aceites, que normalmente es la base de todo lo que veis. Le seguiría los jabones y después cosmética como cremas, menos maquillaje. En general ofrezco cualquier producto que se encuentre en la rama de cosmética natural.


-Sabemos que tu tienda es online, pero ¿provees tus productos a otras tiendas?
-Sí. Normalmente proveo mis productos a tiendas como herboristerías, farmacias… En general a tiendas naturistas o que tengan sellos y certificados biológicos y ecológicos.


-¿Por qué crees que es importante priorizar el producto ecológico?
-Hay muchos motivos por los que priorizar los productos ecológicos, pero en mi caso diría que el más importante es que la piel, a la larga, lo nota mucho. Actualmente tenemos problemas en la piel que hace 40 años no teníamos y esto se debe a contaminaciones, microplásticos y otras cosas que antes no existían. Por ello es muy importante priorizar el pequeño comercio, darle la importancia que merecen a los vendedores pequeños. En tiendas no especializadas en lo ecológico y biológico nos encontramos productos que llevan parafina, que llevan derivados del petróleo, aluminios, metales pesados… Hay que priorizar siempre nuestra salud, y para ello hay que priorizar comercios como Decolores. Es verdad que los productos especializados son un poquito más caros si los comparamos con lo que podemos encontrar en un supermercado, pero a la larga compensa.


-¿Has notado que el negocio haya crecido a lo largo de los años por el aumento de la conciencia ecológica en la sociedad?
-Lo que he notado es que cada vez hay más jóvenes que empiezan a probar este tipo de productos. Los más mayores siempre han utilizado productos secos, productos biológicos e incluso productos hechos en casa. Los jóvenes cada vez estamos más concienciados, lo que no solo beneficia a negocios como el mío, sino que también beneficia a la salud de las personas.

                                                                                                                                                                          Beatriz Ángel

Moda re-, un proyecto con labor social y medioambiental

Moda re- es un proyecto social de Cáritas que gestiona la recogida, reutilización preparación para el reciclaje, donación y venta del textil. Además, es un espacio de integración para combatir la exclusión social a través de la formación y el empleo.

Cuenta con más de 150 tiendas en España de venta de ropa de segunda mano en 90 ciudades diferentes. En su negocio se encuentran prendas de segunda mano y nuevas procedentes de excedentes y donaciones de empresas. Todas ellas en perfectas condiciones de uso para alargar su ciclo de vida.

Cristina García Egido forma parte de la empresa de inserción ‘A Todo Trapo’perteneciente a la Fundación de Cáritas Zaragoza. Ellos son quienes llevan a cabo este proyecto.

-¿De dónde proviene esta iniciativa?

-Cáritas cuenta con la Fundación por la Inclusión Social. Esta fundación se creó para que aquellas personas que tienen más dificultades a la hora de encontrar un empleo puedan tener acceso a un puesto de trabajo. Al final el trabajo es dignidad para la gente. La Fundación creó esta oficina de empleo y a la vez creó ‘A todo trapo’. Una empresa de Cáritas sin ánimo de lucro que realiza toda la recogida de textil, la preparación para tiendas, la selección de parte de la ropa y la recogida de los contenedores. Todo ello con el fin de que se genere un dinero a través de la venta de esas prendas en la tienda para poder pagar las nóminas de las personas que tenemos en riesgo de exclusión. Además, a la vez les damos también una formación.

 

Como has dicho, vuestra iniciativa también se basa en la recogida, reutilización, preparación para reciclaje, donación y venta de textil, ¿cómo hacéis todo eso?

Seguro que has visto los contenedores que hay ubicados en la vía pública de color naranja y los de Cáritas que se encuentran en las parroquias. El año pasado recogimos un millón y medio de kilos de prendas. Entonces en nuestras naves es imposible poder clasificar, ordenar, recoger, seleccionar toda esa ropa porque nosotros no tenemos tanto espacio. Cáritas España hizo un proyecto que englobara todas estas iniciativas y creó unas plantas que absorbieran toda esa ropa sin necesidad de que los proyectos pequeños provinciales tuvieran que asumir la selección de las prendas. Entonces, nosotros recogemos la ropa de los contenedores y la mandamos en un camión a Barcelona. Barcelona tiene una macro planta donde se absorbe la ropa de Zaragoza, Huesca, Lérida y de muchos otros proyectos que hacen lo mismo que nosotros. Allí hay una planta con más de 100 personas de inserción trabajando, donde se realiza la selección de la ropa. Con todas estas prendas ya seleccionadas, nosotros alimentamos nuestras tiendas. La ropa que nos llega sabemos que está en perfecto uso y que se puede poner a la venta.

En cuanto a la ropa que se desecha, hay varias posibilidades. Por un lado la ropa que no sirve o que no tiene validez en España pero que todavía está en uso se manda a Cooperación Internacional. Las prendas que no se envían a Cooperación Internacional porque están demasiado deterioradas las enviamos a hilaturas. Nosotros tenemos una máquina que es como un escáner donde pasa la ropa y detecta de qué fibra está compuesta: algodón, lino, poliéster, etc. Ahí se auto selecciona la ropa en diferentes montones por fibras y esa ropa se manda para hilatura. Tenemos una serie de convenios con hilaturas en varios puntos de España que nos compran los productos que nosotros no podemos sacar a la venta y se deshace en sus fábricas para crear un nuevo hilo o algodón con el que fabricar prendas recicladas. Y, en el peor de los casos, cuando ya ni siquiera es posible hacer ese tipo de selección para hilatura, estas prendas van para combustible para crear energía en algunas industrias. Ahí termina el ciclo de la ropa.

 

Con esta iniciativa ya no solo ayudáis a la inserción laboral, sino que también ayudáis al planeta.

Claro. Se cumplen de alguna forma las dos iniciativas básicas del proyecto: lo social y lo medioambiental. Por un lado estamos haciendo una labor social, porque con este trabajo de reciclado se está dando de comer a mucha gente dándoles un trabajo digno. Y por otro lado, el tema medioambiental es evidente, la cantidad de ropa que se reutiliza que hubiera ido a vertedero le estamos dando una segunda o una tercera vida.

 

Con todas las prendas que tenéis, ¿también ayudáis a las personas que no pueden permitírselas?

En nuestras tiendas la ropa no solamente se vende, sino que también se da para entrega social. Nosotros tenemos las Cáritas parroquiales que detectan familias que van a pedir ayuda porque económicamente no están bien. Entonces, aquellos que tienen necesidades de ropa vienen a la tienda y ellos escogen su ropa. Ellos son un cliente más. Vienen y cogen la ropa que necesitan, pero no les cobramos nada. También, el Ayuntamiento detecta familias vulnerables que necesitan ropa y nos las envía a la tienda y hacemos lo mismo, les entregamos la ropa que ellos necesitan, solo que en este caso el Ayuntamiento nos da un dinero por la ropa que les damos.

 

Con iniciativas como esta ayudáis sobre todo a frenar el modelo de ‘fast-fashion’, de la ropa de usar y tirar, ¿qué opináis vosotros de esto, de la ropa que ahora se compra para luego tirar en vez de darle una segunda vida?

Nuestra idea y nuestro cometido es hacer un llamamiento social, sobre todo a los productores que son los que están generando esta necesidad de tener que cambiar de ropa todos los días, el tener que comprar ropa “que se lleva este año”. Si los productores crearan una ropa de mayor calidad duraría más tiempo, además si también utilizarán unos tejidos y unos tintes que no fueran tan contaminantes probablemente el planeta estaría mejor. Al final la industria textil es una de las más contaminantes. Nosotros hacemos eco del problema y nuestra queja social se hace a través de nuestra publicidad y de nuestro marketing. Intentamos explicar que cambiar de ropa está muy bien, pero estás fastidiando al planeta y también te estás fastidiando a ti mismo. Al final es tu casa la que estás echando abajo con ese cambio constante de ropa.

                                                                                                                                                                        Alba Conte

3 looks con ropa de segunda mano con e-co

Hoy en e-co hemos decidido hacer 3 outfits con ropa de segunda mano. Para ello, hemos visitado tres tiendas de Zaragoza para crear estos looks. ¿Cuál es vuestro favorito?

Alba Conte

“Si se crearan prendas de mayor durabilidad y con tintes menos contaminantes el planeta estaría mejor”

Las tiendas de ropa de segunda mano de Zaragoza han implantado la moda sostenible como alternativa para ayudar al planeta

La producción masiva de fibras y textiles necesita miles y miles de litros de agua para fabricarse. Además, estas prendas dependiendo del tejido con el que estén fabricadas pueden tardar 200 años en descomponerse. Desde hace años está surgiendo una nueva forma de abordar este problema: las tiendas de ropa de segunda mano

Reciclar o utilizar más tiempo nuestra ropa. Un simple gesto que ayuda al planeta. Frente a la adquisición de kilos y kilos de ropa, nace este concepto de consumir y promocionar la moda. Un gesto que persigue una mayor durabilidad en el uso de las prendas y que se está implantando en los comercios de Zaragoza.

Modelo fast-fashion
El modelo fast-fashion o de “moda rápida” ha empeorado la situación climática actual. Al hablar de este tipo de moda, nos referimos a la producción y consumo masivo de prendas a precios bajos y cuyo ciclo de vida es muy corto.
 

“Si los productores crearan una ropa de mayor calidad duraría más tiempo, además si también utilizarán unos tejidos y unos tintes que no fueran tan contaminantes probablemente el planeta estaría mejor. Al final la industria textil es una de las más contaminantes”, explica Cristina García Egido, de la empresa de inserción ‘A Todo Trapo’, perteneciente a la Fundación de Cáritas Zaragoza.

Se usan poco, se rompen pronto, pasan de moda o simplemente se dejan de utilizar. Cada vez hay más personas que recurren a estos productos por ser más económicos, pero esto solo acaba teniendo efectos negativos en el ámbito social y medioambiental.

 

Datos internacionales

Según datos de la ONU, la industria de la moda es la segunda más contaminante en todo el mundo después del petróleo. Los principales problemas durante el desarrollo de estos productos son el consumo y contaminación del agua, el uso de productos químicos y la acumulación de desechos. Todo ello sin mencionar el impacto climático que esto supone.

De ese modo, el mismo informe revela también que, cada año, en la industria textil se utilizan 93.000 millones de metros cúbicos de agua. Es decir, el mismo volumen que sería suficiente para satisfacer las necesidades de cinco millones de personas.

Zaragoza y la moda sostenible

Las tiendas vintage de segunda mano llevan muchos años concienciando de este problema. En vez de vender ropa “de un solo uso”, ofrecen productos que ya han tenido otra vida. Esto hace que se elimine todo el proceso de elaboración de estas prendas, por lo que no se gasta ni textil ni litros de agua.

Moda re-

Moda re- es un proyecto social de Cáritas que gestionado por la empresa ‘A Todo Trapo’ que se encarga de la recogida, reutilización, preparación para el reciclaje, donación y venta del textil. Además, es un espacio de integración para combatir la exclusión social a través de la formación y el empleo.

Cuenta con más de 150 tiendas en España de venta de ropa de segunda mano en 90 ciudades diferentes. En su negocio se encuentran prendas de segunda mano y nuevas procedentes de excedentes y donaciones de empresas. Todas ellas en perfectas condiciones de uso para alargar su ciclo de vida. 

“No podemos hacer nada porque es evidente que nosotros somos el último eslabón, pero sí que intentamos con nuestro granito de arena recuperar esas prendas que todavía están válidas y darles una segunda oportunidad”, explica Cristina García. 

La Ropería

La Ropería es una tienda de barrio situada en Delicias. Rebeca, su dueña, no solo reutiliza la ropa, sino que su concienciación va más allá: “Considero que todo tiene una segunda vida, una tercera e incluso más”.

Toda su tienda es un claro ejemplo de ello, desde la ropa hasta la propia decoración del local se han transformado para poder volver a ser utilizadas: “Lo que ya está hecho no tienes porqué volver a ser fabricado, así ayudas al planeta y generas menos residuos”. Un local que sirve como claro ejemplo de “con una cosa puedes construir otra”. 

Kashmir 

Otro ejemplo de estas tiendas locales es Kashmir, una alternativa para comprar ropa vintage de segunda mano. Sin embargo, aunque muchas veces existan estas tiendas para ayudar al medioambiente, los compradores no tienen un punto de vista muy sostenible: “Creo que los jóvenes no están concienciados del problema ecológico, cuando compran van a la marca”, explica Pili Méndez, dueña del local. “La mayoría de gente que viene a comprar es porque hay cosas que son de marca y son más baratas”.

Aseguran que el problema de la contaminación es una cuestión que recae en nuestras manos. Nosotros tenemos el poder de frenar esta situación para que no vaya a más. Hoy en día son muchas las alternativas que aportan un grano de arena para concienciar a la población y poder salvar el mundo en el que vivimos. Estas nuevas fórmulas se están sumando para construir un futuro mejor.

Alba Conte